Muy pronto el mundo podrá ver la dramatización épica de Justin Chadwick (The First Grader, The Other Boleyn Girl) de la vida de uno de los líderes más icónicos del mundo: Nelson Mandela. Mandela: Long Walk To Freedom (literalmente, “El Largo Camino a la Libertad”) está basada en la autobiografía del presidente sudafricano Mandela, la cual narra su vida temprana, su mayoría de edad, su educación y los 27 años que pasó en prisión, antes de convertirse en presidente y de trabajar para reconstruir la segregada sociedad de su país. Idris Elba (Prometheus) interpreta a Nelson Mandela, Naomie Harris (Skyfall) interpreta a Winnie Mandela, bajo la dirección de Chadwick. El largometraje llegó a los cines estadounidenses el 29 de noviembre de 2013, con una extensión en todo el mundo hasta enero de 2014.
A medida que el filme sigue el viaje de Mandela (y de Sudáfrica) a través de las décadas, la banda sonora oficial de la película ofrece un documental musical de la época. Los clásicos sonidos afro-jazz de los Havana Swingers nos llevan desde la década de 1940, durante la juventud de Mandela, pasando por Art Blakely, el período revolucionario de los años 50 y 60, hasta la condena internacional del régimen del Apartheid con “Nelson Mandela”, la canción clásica de The Special AKA. Durante el rodaje, el elenco grabó versiones de canciones de protesta tradicionales del ANC para su uso en la película, con lo que se revive la lucha del grupo por la igualdad. La banda sonora también cuenta con una nueva canción de U2 titulada ‘Ordinary Love’.
Acompañando a la cinematografía magistral de Chadwick,que capta a la perfección tanto la majestuosidad como la violencia de África, está emotiva música incidental del compositor Alex Heffes, que presenta coros y a la leyenda de la canción sudafricana Semenya Caiphus. El uso por parte de Heffes, tanto de instrumentos clásicos como africanos, le imprime al filme una resonancia emocional y complementa el sentimiento de ver cómo la historia se despliega ante los ojos del espectador.
Después de trabajar en Sudáfrica, Heffes dirigió y grabó el resto de la música en los estudios Abbey Road de Londres, con una orquesta de 65 músicos. “La película me ha proporcionado un enorme lienzo emocional“, dice Heffes. “Mi objetivo era que la música guiara al público a través de este viaje emocional y que saliera con una alegría por lo que esta historia pueda inspirar en nosotros ” y continúa. ” La música comienza utilizando escasamente instrumentos africanos y se vuelve más orquestal conforme la historia se oscurece. A medida que la época se vuelve más actual, se añaden guitarras eléctricas y sintetizadores para dar al público la sensación subliminal de que las décadas de han pasado ”, dice Heffes.
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