Pocas veces puedo decir que una película cumplió con todo lo que mostraba en su publicidad, avances y las expectativas que había generado en mí. Pues el Gran Showman fue una de estas películas, si no la han visto aún les recomiendo leer nuestro Review, pues esta nota asume que ya la vieron y contiene un montón de spoilers. Estas son las razones por las que la película me encantó:
Desde la primer escena de la película es bastante evidente el enfoque que tomará, y nos recuerda a lo que pudiéramos apreciar en una obra de teatro. Con esto me refiero a un par de cosas: en toda la película se percibe que los actores están haciendo el papel para el público y no directamente entre ellos como vemos en la mayoría de las películas.
Lo segundo es que esta película te genera la misma sensación que una buena obra de teatro musical, en donde a pesar de que vaya avanzando la historia entre diálogos, como espectador tienes la ansiedad y curiosidad de que empiece la siguiente canción.
Con Hugh Jackman, Zac Efron, Zendaya, Michelle Williams, Rebecca Ferguson y Keala Seattle al frente, la película no solo destaca en el aspecto musical si no en la emoción que cada uno de estos actores nos logra transmitir con la expresión y energía de sus voces, pero sobre todo por su capacidad de mostrarnos su pensamiento con una sola expresión.
De hecho, es increíble como Jackman y Rebecca Ferguson pueden lograr transmitirte la relación que entre ellos se iba generando, con Jackman mostrándonos admiración hacia el personaje de Rebecca, mientras que ella parecía dedicarle su canción a Jackman. Todo esto acompañado de la mirada de Michelle Williams quien veía crecer algo entre los dos.
Si es un gran trabajo el organizar a un par de amigos a bailar al mismo ritmo, ahora imagina la complejidad que requiere no solo hacerlos cantar y bailar, si no actuar y juguetear entre diferentes cámaras para entregarnos escenas que de verdad te enchinarán la piel con solo volver a recordarlas.
Al ser un musical no es de sorprenderse el gran papel que las canciones juegan en esta. Pero lo que sí es de sorprenderse es el gran significado y sabor que cada una de estas le ponen a la narrativa.
Un claro ejemplo de esto es cuando vemos al joven Barnus empezar a cantar como es que nunca dejarían de perseguir sus sueños para terminar la misma pieza, pero ya de adultos cantada por Jackman y Williams, poniendo la cereza al pastel mostrándonos que ya tendrían hijas, todo en la misma secuencia.
Es decir, en solo una canción pudieron resumirnos la niñez, carencias, aspiraciones y situación actual de Barnum, cada pieza tiene un gran aporte a la historia y no se siente como un compromiso cumplido.
Lo mejor de todo es que además de contarnos una historia de superación personal, la película trata un tema que sigue siendo vigente en la actualidad y este es el de la tolerancia y respeto a otras tradiciones, razas y/o costumbres.
Sin duda alguna el punto más grandioso de la película son todos estos factores juntándose en una película que no solo es gratificante en el aspecto visual y sonoro, si no que te dejará con la sensación de haber disfrutado una completa celebración a la humanidad, como dice el mismo crítico de la película.
Si ya la viste ¿Qué te pareció el Gran Showman?
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