Cuando uno podría pensar que la franquicia de DBZ ya no podría seguir dándonos más novedades nos responde trayéndonos una nueva película para las salas del cine en el 2013, y en donde nos presentaban a nuestro héroe de la infancia Son Goku, enfrentándose a lo que sería su mayor reto: Bills El Dios de la destrucción.
Pero tal como declaró su autor Akira Toriyama, dependiendo de cómo la audiencia recibiera esta película, se planearía otra más, e incluso una nueva serie para la televisión. Como era de esperarse, la serie ya es un hecho mientras que Dragon Ball Z: La Resurrección de Freezer llega para llenarnos de peleas inimaginables y transformaciones nuevas.
En lo profundo del espacio una nave de la armada espacial del tirano Freezer intenta buscar a toda costa el planeta Namek para hacerse con las esferas del dragón y resucitar a su líder. Sorbet, el líder en turno, y Tagoma, su segundo al mando, deciden ir a la Tierra para usar las esferas de ahí y usando a Pilaf y sus secuaces logran su tan anhelado objetivo.
Freezer se da cuenta que su poder se ha debilitado por lo que no está listo para llevar a cabo su venganza contra el saiyajin que lo humilló. Es por eso que decide a entrenar, además de que nunca ha tenido la necesidad de hacerlo por ser «un prodigio», por lo que el hacer dicha acción lo volverá un ser con poderes fuera de esta dimensión. Por otro lado, mientras Goku y Vegeta entrenan con Wiss para volverse más fuertes, en la Tierra los guerreros Z empiezan una lucha contra el temible invasor y su ejército. ¿Podrán nuestros héroes llegar a tiempo para salvar la tierra de tan temible amenaza?
La pregunta que todo mundo se hace es: ¿Es mejor que la Batalla de los Dioses? La respuesta es sí en varios aspectos. Empezando con la animación, si bien en la primera se lucieron, en esta segunda lograron mejorarla por mucho, teniendo escenarios variados, más secuencias en 3D e incluso el diseño de personajes mejoró bastante a comparación de su antecesora.
La historia es el punto fuerte de la película, si bien las películas de DBZ no son del todo buenas, ésta logra combinar el humor de DB (del cual se quejaron muchos en el anterior filme al ser usado en exceso) y los grandes combates que nos mostraron en DBZ. Algo que me agradó mucho en lo personal es que les dieron su participación a algunos personajes icónicos que estaban olvidados.
Esta vez no se trató exclusivamente de ver en acción a Goku o Vegeta. Aunque las secuencias de pelea están muy bien cuidadas suelen ser un tanto repetitivas en ciertos momentos, pero vamos, hablamos de Dragon Ball, así que no creo que haya mucha queja sobre esto y muchos quedarán encantados.
El volver a ver al primer villano que puso contra las cuerdas a nuestro protagonista, pero sobre todo hacer que se convirtiera en una leyenda, es un gran gusto. Pero lamentablemente por momentos, no me presentan a ese mismo ser que imponía miedo y terror a los Guerreros Z hace ya varios años, pero no se le quita el mérito en esta entrega cinematográfica.
Lo que en verdad se me hizo curioso y muy original es que nos muestran los defectos/virtudes de Kakaroto y el príncipe del ya extinto planeta Vegeta. Para nosotros que hemos visto la evolución de estos personajes se nos hace evidente, pero es una gran sorpresa que conforme avanza la película, la situación hace que ellos mismos se den cuenta de ello.
Por lo último pero para nada menos importante, el doblaje; tal como se logró con La Batalla de los Dioses, el elenco original de la serie se reunió de nuevo para darle vida a sus respectivos personajes. Es un gusto escuchar el enorme y gran talento de Eduardo Garza (Krillin) que fungió como director de doblaje de nueva cuenta, Carlos Segundo (Piccolo), Rene García (Vegeta), Mario Castañeda (Goku) y hasta el mismísimo Gerardo Reyero interpretando al conquistador espacial.
La Resurrección de Freezer es entretenida, con nostalgia a todo lo que da, que nos deja un final con el mensaje de lo que podremos esperar del próximo anime Dragon Ball Super. No podrá ser la mejor película de DB pues tiene algunos fallos y un final que dejo mucho que desear y que pudo ser mejor llevado pero de lo que no te arrepentirás es de pagar tu entrada para pasar un buen rato con tus héroes de la infancia.
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