[Review] El Crimen del Cácaro Gumaro
Las últimas películas mexicanas que hemos visto en este pequeño apogeo del cine mexicano tienen algo en común: todas son comedias o incluye la comedia como parte medular de su narrativa. Ahora llega El Crimen del Cácaro Gumaro, que si bien es comedia, rompe el esquema de las demás producciones mexicanas que hemos visto últimamente, ¿y funciona? Absolutamente, y más adelante les comentó por qué funciona y por qué creo que será uno de los más grandes éxitos de nuestra taquilla.
Un terrible accidente mientras proyectaba una película lleva a Don Toribio al hospital. Dada su grave condición, Don Toribio manda llamar a sus dos hijos: Gumaro (Carlos Corona) y Archimboldo (Alejandro Calva). Durante la lectura del ‘testamiento’, el alcalde y autoridad suprema de Ciudad Güepez, Don Cuino Meléndez de la Popocha (Andrés Bustamante), les comunica que el viejo le ha dejado su preciado cine Linterna Mújica a Gumaro y un camión mudancero a Archimboldo.
Sin embargo, ambos bienes (el cine y el camión) tienen una gran deuda, por lo que ambos hermanos deberán sacarle el mayor provecho para poder pagarlas, de lo contrario, pasarán a manos del gobierno de Güepez (o sea, a manos de Don Cuino). Gumaro y su primo Memo tratarán de renovar el cine, mientras que Archi y su esposa Claudianita (Ana de la Reguera) pondrán su negocio de películas pirtata, entablando una guerra que traerá la destrucción al pueblo de Güepez.
El Crimen del Cácaro Gumaro es una película irreverente y absurda, hilarante y tonta (en el buen sentido). Es una representación de lo algunos aspectos de nuestro país a través de una parodia que involucra el hacer cine y el cine pirata. La historia es tan estúpida como divertida, con un guion lleno de chistes referentes a otras películas o elementos virales (no les digo más de esto o serían spoilers, pero ya me entenderán cuando la vean).
Si de por sí el avance nos mostraba algo inusual y demasiado absurdo, no tienen ni la menor idea de lo que les espera en el cine. Pero a todo esto hay que agregarle una serie de cameos, entre los que destaca el de Xavier López “Chabelo”. Quizá lo único malo es que por momentos la cinta se siente medio floja, pero es necesario para continuar con la historia; no todo puede ser chistes.
Ni siquiera tienen que recurrir al exceso de las típicas majaderías que decimos en todo algunos momentos. Los diálogos también son parte fundamental, ya sea con las palabrerías y mala pronunciación de Don Cuino o los juegos de palabras que se presentan entre los personajes o inmersos en el fondo de la película.
Estos últimos meses han representado un auge del cine mexicano en el que se han hecho buenas producciones y otras no tan buenas, pero a final de cuentas lo que podemos destacar es que son los mismos mexicanos los que están asistiendo al cine a ver estas obras por encima de las cintas Hollywoodenses.
Conclusión
Lo voy a dejar muy claro, deben ir a ver El Crimen del Cácaro Gumaro, es estúpida, irreverente, elocuente, absurda y graciosa. Simplemente basta con leer los nombres de los personajes (Don Cuino Melendez de la Popocha, Gumaro, etc) para darse una idea de lo que verán. Reirán mucho, se los aseguro. Y recuerden que si no la ven, pos’ se la pierden
Calificación: 8/10
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