Las adaptaciones de videojuegos a la pantalla grande son toda una encrucijada, si bien han hecho algunas medio decentes, ninguna ha podida alcanzar el estatuto de memorable. Hitman ya tuvo su oportunidad en el cine en el 2007, y ya sabrán cómo fue recibida para que decidieran irse directamente al reboot, el cual llega este fin de semana y tampoco logra hacer nada por cambiar la tendencia de las adaptaciones de videojuegos.
Todo inicia con la creación del programa de Agentes. El Doctor Litvenko (Ciarán Hinds) fue una de las mentes principales de este programa enfocado en crear asesinos genéticamente modificados para ser el arma perfecta, con habilidades incrementadas y suprimiendo sentimientos como el amor y el temor. El programa fue cancelado algún tiempo después.
Algunos Agentes sobrevivieron, siendo 47 (Rupert Friend) uno de ellos y quien ahora tiene la misión de encontrar a Katia (Hannah Ware), una misteriosa chica con unas extrañas visiones. Encontrarla es fundamental porque el magnate de Syndicate, Le Clerq (Thomas Kretschmann), anda también tras la pista de esta chica pues ella es la clave para encontrar a Litvenko, quien tiene la información para reestablecer el programa de Agentes y otorgarle su ejército de asesinos perfectos a Le Clerq.
Yo no acabo de entender por qué insistir en Skip Woods (responsable de X-Men: Origins y A Good Day to Die Hard) para escribir la película, y lo digo porque él fue quien escribió Hitman del 2007. Una vez más tenemos una historia muy lineal, sin mucho atractivo, por momentos lenta y con demasiadas preguntas que nunca obtienen respuesta, como por ejemplo, ¿por qué Katia se tomaba esas pastillas? O ¿por qué Le Clerq nunca salía de su oficina fortificada? ¿Tenía miedo que lo mataran?
Rupert Friend la hace muy bien como el Agente 47, un asesino metódico, calmado, sin muestras de emociones, que no la piensa dos veces para jalar del gatillo. Como lo presentan, él está ahí para matar y cumplir sus contratos, sin importar cómo, y fiel al personaje del videojuego por ser sigiloso en sus ataque.
Por el contrario, el John Smith de Zachary Quinto es el malote de la película, aunque nunca pasa más allá de ser un simple matón. Smith se convierte en un personaje desperdiciado a pesar de ser la mayor amenaza para el Agente 47.
Toda la parte de acción por lo menos cumple con su objetivo de entretener. Los combates de 47 con John Smith o contra los grupos de operativos de Le Clerq (quienes nunca dan en el blanco) son buen espectáculo. Aquí si se presenta una mejora notable en comparación el filme anterior, sin embargo, todo el momento que se va construyendo termina por desmoronarse al cambiar de escena y moverse al siguiente punto de la película.
Hitman: Agente 47 se meterá en la larga lista de flojas y torpes adaptaciones de videojuegos, y ni siquiera las escenas de acción compensan la carente narrativa. ¿Se supone que esta versión era para redimirse de la original?
La secuela está más que anunciada por la última escena de la película, sin embargo, la taquilla es quien decidirá si la veremos o no.
Para mantenerse informados no olviden seguirnos en twitter @VGEzone y Facebook VGEzone y suscribirse a nuestro canal de YouTube
Remember…Enter the zone!
Compártenos tus comentarios