“La guerra tiene sus reglas, las luchas en lodo tiene sus reglas…La política no tiene reglas.” Esta frase del candidato presidencial Ross Perot es lo que da apertura a la comedia de Locos por los Votos, en donde lo más importante no son tus propuestas, no son tus intenciones, sino que tu victoria depende de que tan bajo puedes hacer caer al otro, simplemente es un concurso de popularidad.
En esta película Will Ferrell interpreta al congresista Cam Brady, quien por vario tiempo ha disfruta los beneficios del poder político y se encuentra más preocupado por mantener ese puesto que por realmente ayudar al distrito de Carolina del Norte. Sin embargo los empresarios y avaros hermanos Motch (John Lithgow y Dan Aykroyd) quieren a alguien en el poder que puedan controlar. Entra entonces Marty Hugguns (Zach Galifianakis), un guía turístico local perteneciente de una familia adinerada que realmente se preocupa por su comunidad. Huggins es reclutado por los Motch y bajo la asesoría de Tim Wattley (Dylan McDermott) se convertirá en una amenaza para Brady.
Locos por los Votos es dirigida por Jay Roach, mismo que nos trajo comedias exitosas como Austin Powers y Meet the Fockers, pero al mismo tiempo ha tenido sus bajas con Una Cena para Tontos y algunas secuelas de las ya mencionadas. Sin embargo, esta nueva entrega por parte de Roach tiene un sentido del humor un poco más ligero con algunos chispazos pero sin llegar a lo absurdo como en Austin Powers, lo cual logra mantener un tono un poco más satírico, siendo uno de los objetivos de la película.
Si ya han visto las películas donde aparece Will Ferrell y ya conocen su estilo esta película no muestra algo nuevo de él. Esla misma actuación de un personaje pesado, preocupado por sí mismo y en algunos casos hasta chocante. Galifianakis es nuestro personaje principal y sucede lo mismo con él, es el tipo afeminado, retraído y un poco tonto que hemos visto en casi todas las películas donde aparece; a pesar de ello esas personalidades funcionan para la cinta.
Quien se pudo llevar la película es Dylan McDermott, quien interpreta a Tim Wattley, el asesor de campana de campaña de Marty. Sus chistes y sus apariciones como asesino hacen de él uno de los personajes más graciosos en la película, nos brinda algo fresco e inesperado. Por otro lado Jason Sudeikis es uno de los actores más desperdiciados en la película (hay un par más). No solo hay actores desperdiciados, también hay actores que sorprenden que estén en la película y son desperdiciados, estoy hablando de Dan Aykroyd como Wade Motch y Brian Cox como el padre de Marty.
Irónicamente Brady es un demócrata mientras que Marty es un republicano, aunque pareciera que es al revés. Por último la parte importante de una comedia, ¿nos hace reír lo suficiente? La respuesta puede ser subjetiva dependiendo el sentido del humor de cada quien, en la mayoría de los casos los chistes son buenos y algunos casos un poco burdos. Son gags en su mayoría sobre ironías de la política y sobre el concurso de popularidad que los llevará a la victoria en conjunto con los chistes y burlas que acompañan a los personajes. También la forma en que se llevan a cabo las campañas y sus anuncios publicitarios juegan una parte de la comedia de la cinta.
Locos por los Votos es un giro interesante a la comedia y un reflejo de cómo muchos ven la política. Tiene un par de risas garantizadas.
Calificación: 6.5
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