[Review] Lucy

El cerebro humano es un misterio todavía sin resolver, es el centro de nuestro sistema nervioso, encargado de importantes y complejas funciones de nuestro organismo, y aun así, tan solo podemos utilizar entre un 10 y 15% de él. Imagínense que pasaría si pudiéramos tener acceso a un mayor porcentaje de este órgano, aunque sea poder utilizar sólo la mitad de su capacidad. Luc Besson aborda esta premisa en su nuevo filme Lucy.

Conozcan a Lucy (Scarlett Johansson), una inocente chica viviendo en Taiwán que es forzada a traficar una nueva droga hacia Europa. Y para traficarla deciden implantarle el paquete dentro de su estómago. Sin embargo, previo a su vuelo, uno de los matones que la ‘cuidaba’ la ataque y el paquete de droga dentro de ella se rompe, administrándole una fuerte dosis a su cuerpo y causando cambios inimaginables. Es entonces que Lucy tratará de localizar el resto de la droga así como buscará la manera de ‘transmitir’ su conocimiento.

A diferencia de sus otras películes, el director y escritor francés Luc Besson presenta una obra que en esta ocasión recae más en el lado de un sci-fi dramático que de acción, caso totalmente opuesto a lo que ha presentado en su filmografía (tómese como ejemplo El Quinto Elemento o El Transportador 2). Eso no le resta méritos a un filme que aborda una temática muy interesante. Utilizan un poco de acción en algunas secuencias para darle mayor ritmo.

Sí, sí, sí, la película es una fumadota de Besson, pero será un fumadota que capta la atención del público a través de cuestionamientos metafísicos, filosóficos y científicos de la humanidad y la vida en este planeta. Es una mezcla entre teorías científicas y cuestionamientos sobre la existencia y naturaleza humana con Scarlett Johansson como protagonista.

Va pasando el tiempo y Lucy va desbloqueando todo el potencial humano que pudiera tener nuestro cerebro. Desde cosas tan simples como recordar cualquier momento de tu vida, pasando por la famosa telekinesis y la capacidad de percibir todo nuestro alrededor, Lucy irá evolucionando hasta alcanzar un 100% de su capacidad. Todo esto me hizo preguntarme en ese momento si realmente tendríamos todas estas habilidades de tan solo usar un poco más nuestro cerebro. Creo que hasta La Fuerza se queda corta.

Johansson domina por completo su papel, presentando en el inicio a una chica normal que termina por desasociarse del resto de la humanidad. La indiferencia que maneja va ad hoc al contexto de la película pero lo que quizás no funciona es la velocidad con la que se da cuenta de sus poderes dentro de la película. En un momento es la chica indefensa y en el otro ya sabe cómo va a escapar de sus captores sin siquiera parpadear, aunque después empiece a cuestionarse qué está pasando.

Los demás personajes, bien gracias. Morgan Freeman aparece nada más como el profesor que explica toda la parte científica de la película, no hace otra cosa. Min-sik Choi es el villano en turno que es introducido de una manera fabulosa pero después no hay forma de que se enfrente a Lucy. Y por último tenemos a Amr Waked como el oficial que no comprende nada de lo que está sucediendo y aun así no dudó ni un segundo para ayudar a Lucy.

Lucy es más teoría y ciencia que acción, por lo que si son fans de Besson puede que no queden muy complacidos. En cambio, si buscan una película casual y peculiar, ésta es una gran opción. Sin duda uno de los filmes más ‘intrigantes’ o interesantes (como quieran verlo) de este año.

Calificación: 7/10

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