¡Verdaderamente, qué hermoso día! Por fin ha llegado una película de acción que con el poder, la creatividad y la intensidad que hemos pedido. La cuarta entrega en la franquicia de Mad Max comprueba que los grandes blockbusters pueden brindar una experiencia única, épica y a la vez cruda y rancia. Pasaron 30 años desde la última entrega para que George Miller cumpliera la tan esperada promesa de un nuevo capítulo en este alocado mundo, y por fin ha llegado Mad Max: Fury Road.
El mundo ha quedado devastado por una guerra nuclear y las necesidades se han reducido a agua y gasolina. Max Rockatansky (Tom Hardy) trata de sobrevivir en el áspero y nauseabundo mundo, pero esa lucha por la supervivencia se ve comprometida cuando los Chicos de Guerra (“War Boys”) – el culto fanático liderado por Immortan Joe (Hugh Keays-Byrne) – lo caputaran.
Immortan Joe es un despiadado líder que controla el agua y la gasolina, y por ende, controla a la gente. Sin embargo, Imperator Furiosa (Charlize Theron), una de sus tenientes, decide rebelarse y huye con las “Cinco Esposas” – cinco mujeres utilizadas por Joe para la reproducción – para llevarlas a su libertad. Al enterarse de esto, Joe sale a perseguir a Furiosa con sus War Boys, siendo uno de ellos Nux (Nicholas Hoult), quien arrastra a Max porque necesita de su sangre. Eventualmente los caminos de Furiosa y Max se cruzarán en esta larga persecución de alto octanaje.
Aun cuando en la actualidad el CGI es uno de los métodos más usados (y sobre explotados) en las películas, Mad Max nos demuestra que no se necesita depender de él. Fueron extraordinarias escenarios los que crearon para que el filme se sintiera lo más orgánico posible, mientras que toda la coreografía de acción es de primer nivel que luce poca madre gracias al buen ojo de Miller. Los desiertos de Namibia fueron la locación perfecta para llevar esta guerra de carretera a su máximo esplendor.
Bienvenidos a la persecución de autos más larga y épica que hayan visto. Cada combate en el rancio desierto está llena de adrenalina y es acompañada por la música “en vivo” de la caravana de Immortan Joe. Sí, Joe lleva su banda de rock con su escuadrón automovilístico y no nos importa, se ve genial.
Todos los personajes son interesantes. Ni siquiera las Esposas recaen en el típico cliché de damiselas en apuros, sino que cada una tiene su propia personalidad interesante. La narrativa en ningún momento cae o se siente lenta, todo lo contrario, es secuencia tras secuencia de emocionante acción. Es uno de los viajes más impresionantes de la última década.
Tom Hardy llena el papel de Mad Max. Con un mínimo de diálogo, Hardy crea un Mad Max que mantiene el balance entre locura, salvajismo, humor, dolor y compasión que logra transmitir con tan solo la mirada. Pero quien se lleva las palmas es Furiosa de Charlize Theron, fuerte y formidable, pero a la vez vulnerable y compasiva, no es la típica chica “ruda”.
Mad Max: Fury Road será el hit del verano y de Warnes Bros este año. Es uno de los viajes más creativos, salvajes y alocados que hayamos visto.
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