Con esta reseña le damos cierre a la semana de Resident Evil. Y ya con medio mundo disfrutando del juego, es momento de echarle un vistazo al cierre de Resident Evil en la pantalla grande. Algunas son entretenidas, otras fueron un fracaso, pero esta es importante, ya que con ella culmina una era, y la historia de Alice llega a su fin.
Veamos…
Después de lo que vimos al término de Resident Evil Retribution, ya saben, en donde se juntó la última alianza para pelear por el futuro de la raza humana, por razones que aún no comprendo decidieron dejar a Alice como la única sobreviviente de un ataque traicionero de Albert Wesker, y de ahí el porqué no vemos a Jill, Leon o Ada en esta película. Obviamente surgieron situaciones a la hora del casting, pero definitivamente es una lástima, pues tenían un buen reparto de personajes para darle un final merecedor a la saga.
En fin… Alice vuelve a estar sola en esta entrega, y descubre que hay una forma de terminar con todo el mal que causó Umbrella: un suero que contrarresta los efectos del T-Virus y mata a todo ser que esté contagiado por él. La parte difícil es que dicho suero se encuentra escondido en lo más profundo de La Colmena (The Hive), lugar donde se vivieron los sucesos de la primera película. Para esto, Alice debe viajar hasta llegar a la ya destruida Raccoon City mientras combate con un sinfín de monstruos y enemigos.
También en esta sexta y última película Alice se encarga de dejar muy claro lo acontecido en las 5 películas anteriores, además de un pasado inexplorado: la creación del T-Virus. Esto es un poco confuso ya que hasta lo que nos habían dicho en las películas, el doctor Charles Ashford había sido el supuesto creador del dichoso virus, el cual había hecho para ayudar a su hija inválida, Angela (quizás él jamás haya creado el virus, pero la intención de la segunda película fue hacernos pensar eso, y sigue siendo un argumento mal manejado). Bueno, este acontecimiento fue completamente reemplazado por otro sacado literalmente del videojuego, lo cual no es malo, pero aunque tuvo fundamentos completos, el cambiar un suceso por otro fue definitivamente un golpe bajo y un pretexto para darle cierre a la historia con un guión apresurado.
En cuanto al reparto, quien sí regresó fue Ali Larter interpretando a Claire Redfield. Sin embargo, a diferencia de su tiempo en la pantalla y su heroica interpretación en Extinction y Afterlife, en esta última parte su papel dejó mucho que desear. Se siente muy vacío el personaje y no complementa la trama en ningún aspecto. Se aprecia mucho el que hayan traído de vuelta a una de las favoritas, pero se siente muy forzado su regreso (como si no tuvieran de otra) y su papel tuvo muy poca participación.
En cuanto a los demás, tenemos un nuevo grupo de sobrevivientes en esta parte, tal y como nos han presentado grupos distintos a lo largo de la saga. Pero el problema una vez más con esto es que no se tomaron el tiempo de presentarnos a estos personajes secundarios de una manera en que podamos sentir empatía hacia ellos. Me refiero a que si bien no eran la gran cosa, en Apocalypse, Extinction y Afterlife podíamos al menos encariñarnos con uno de estos sobrevivientes, pero tristemente este no fue el caso ahora y se sienten extremadamente genéricos, sin chiste.
Ahora hablemos de Wesker, el villano por excelencia del videojuego. Se agradece que al final del día este personaje haya sido un villano 100% maligno, pues temía por el final de la última película que lo dejaran como un aliado de Alice. Pero desgraciadamente aquí se acaba la alegría, pues estamos viendo a otro personaje que pusieron en el guión a la “no teníamos de otra” y le dieron una participación que da lástima. Lo peor de todo es que la película te hace pensar que el personaje tiene mucho que aportar a la trama, y al final no es más que una simple burla y una verdadera decepción.
En cuanto a la conclusión, puedo decir que es mejor que todos estos aspectos que he mencionado. Obviamente Paul W. S. Anderson le dio un enfoque a Milla y todo el cierre de Resident Evil se concentró en el personaje de Alice, quien finalmente tiene un pasado y un propósito. Milla y su hija interpretando a la Red Queen hicieron un excelente trabajo encarnando a sus personajes en escena y regalando buenas dosis de acción y suspenso que hemos estado disfrutando desde la primera película. Desafortunadamente estos fueron los únicos puntos rescatables de la película y a mi parecer no fueron suficientes para darle el cierre emotivo que esperaba.
Y por último las escenas de acción. Tenemos bastantes como es costumbre; llenas de combates, zombies, y hasta monstruos voladores. Están bien planificadas en varias partes de la historia, no son nada fuera de lo ordinario pero te mantendrán helado en algunos momentos.
Ahora, yo estoy hablando como fiel seguidor tanto de las películas como de los videojuegos. Si tú eres fan como yo entonces verás reflejadas varias de mis opiniones cuando salgas de la sala.
Dejaré claro que mientras disfruté de la película, tengo que aceptar que se sintió mucho potencial desperdiciado y una historia que se apresuró demasiado en terminar, dejando muchos problemas y errores a su paso.
Al final del día, quedé decepcionado con la manera en que terminó Resident Evil en la pantalla grande. Personajes olvidados y reciclados, una historia descuidada y todo un legado que tenía mucho potencial para culminar de manera excelsa fueron saboteados a favor de Milla y su última interpretación como Alice.
Ve a verla por diversión con los amigos, pero no esperes gran cosa.
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