El primer avance de Ready Player One fue suficiente para llamar mi atención. El ver todo ese popurrí de personajes, artefactos, objetos y música que formaron y marcaron gran parte de mi vida fue todo un golpe de nostalgia. A eso súmenle que Steven Spielberg, uno de mis directores favoritos, está a cargo del proyecto y entenderán la emoción que sentía antes de entrar a la sala del cine. La gran pregunta es: ¿logra cumplir con las expectativas? Afortunadamente, sí.
Ready Player One nos transporta al año 2045 y nos presenta Wade Watts (Tye Sheridan), un joven que vive en la parte más pobre de Columbus, Ohio, y quien para olvidarse de la realidad pasa la mayor parte de su tiempo en el mundo virtual de OASIS creado por la mente brillante de James Halliday (Mark Rylance). Halliday ha muerto, pero dejó un último legado, quien pueda encontrar las 3 llaves escondidas en ese mundo, heredará una fortuna y control total de OASIS.
Pero la corporación IOI, bajo el cargo de Nolan Sorrento (Ben Mendelsohn), tiene en sus planes hacer del OASIS, pues se convertiría en el recurso económico más importante del mundo. Es entonces que comienza una guerra tanto virtual como real entre Wade aka Parzival y IOI. Claro que Wade no estará solo, pues Art3mis (Olivia Cooke) y el resto de sus amigos se unirán a la rebelión.
Antes de empezar quiero aclarar que esta reseña no va a enfocarse en comparaciones entre el material de origen, la novela homónima de Ernest Cline, sino en la experiencia por sí sola que Ready Player One brinda al espectador, una muy especial por cierto.
No cabe duda que toda la campaña publicitaria estaba más enfocada en hacer notar las referencias de la cultura pop (de las cuales hablaremos más adelante) a las cuales se refiere la película, no obstante, hay más en el trasfondo y desarrollo de la historia para todos aquellos geeks y gamers, quienes obviamente se sentirán sumamente identificados.
Es principalmente el tema de este mundo virtual y lo que representa para muchos de nosotros con lo que yo me quedo. El ejemplificar y demostrar que hay ocasiones que no se trata de sólo jugar, sino de las amistades que forjamos de por medio y las aventuras que llegamos a vivir aquí. El guion podrá tener uno que otro bajón en ciertos momentos, pero el contexto demuestra el cómo ha evolucionado el tema de los mundos e interacciones virtuales.
Ahora sí, vamos a unos de los puntos más importantes de la película. Ready Player One está repleto de personajes y referencias a la cultura pop, ya sea de videojuegos, películas y música. Algunas de estas referencias son claramente más visibles que otras, así como también puede que cumplan un propósito más detallado dentro del filme, más allá que su simple exposición. El ataque de nostalgia está muy presente.
A nivel visual tenemos una obra maestra, mostrando de forma vibrante cada uno de los escenarios dentro del Oasis. Y gracias a los avances tecnológicos del motion capture, podemos ver los avatares del mundo virtual desenvolverse de una manera orgánica y natural. Asimismo, ver a estos avatares manejar sus inventarios y aparecer sus armas y equipamiento es muy agradable y divertido.
Hace rato que no salía del cine con una enorme sonrisa en mi rostro. El cariño que Spielberg le puso a la película se nota en todo momento, y a pesar de no ser un filme perfecto, es un espectáculo visual que tanto propios y extraños van a disfrutar.
Ready Player One es un vibrante homenaje a la cultura pop, así como a la cultura del gaming.
Síguenos para lo mejor del cine y los videojuegos
También estamos en twitter @VGEzone y YouTube
Enter the Zone!!
Compártenos tus comentarios