El universo cinematográfico de Marvel continúa expandiéndose comenzando con la más reciente aventura del trepamuros favorito de todos. Spider-Man: Far From Home es el fin (y el inicio) de una nueva era. ¿Vale la pena ir a verla?
Tranquilo, no hay spoilers en esta reseña…
Como muchos sabrán ya a estas alturas, la última cinta de los hermanos Russo le dio el cierre definitivo a una historia que se había estado formando por más de 10 años. Sin embargo, estamos lejos de terminar de ver a nuestros héroes y Spider-Man es la opción perfecta para introducirnos a lo que viene.
Todo se centra alrededor de un nuevo personaje. Quentin Beck (Jake Gyllenhaal) es Mysterio, maestro de las ilusiones. Con él llegan nuevas amenazas que interrumpen las vacaciones del adolescente Peter Parker (Tom Holland) quien aún intenta reponerse no sólo del tiempo que perdió sino de los seres queridos que se fueron en el camino.
Tratándose del superhéroe más carismático (y puberto) de toda la lista, se esperaba que en esta cinta tuviéramos buenas dósis de comedia centradas en un humor típicamente encontrado en los pasillos de secundarias… y eso es precisamente lo que tenemos. Afortunadamente, este acercamiento fue ejecutado exitosamente por parte del elenco.
Tanto Mary Jane (Zendaya) como el resto de los amigos de Peter tienen más desarrollo en sus papeles y la trama permite que nos encariñemos más con todos. No se sienten como extras en la historia, sino todo lo contrario: la enriquecen.
Pero no todo es comedia adolescente. Nick Fury (Samuel Jackson) se encargó de dejarnos claro que el futuro de la Tierra y sus habitantes es un tema serio, por lo que Peter tendrá que dejar las rueditas de entrenamiento y asumir el legado que le dejaron.
Hicieron un excelente trabajo con Mysterio. Asimilaron muy bien su transfondo y el manejo de sus poderes. Siendo una cara no tan familiar a lado del Duende Verde o Venom, este “misterioso” personaje se ganará muchos nuevos fans.
Jon Watts volvió a sentarse en el sillón del director después de su trabajo en Spider-Man: Homecoming y se superó a sí mismo. Aprendió de sus errores, los reconoció y, más importante aún, entregó lo que pedíamos desde un principio: una aventura del arácnido digna de su legado.
Con una visión más clara sobre el rumbo que está tomando la historia, Watts tuvo más libertad de ser creativo pero a la vez responsable; el peso del comienzo de una nueva era dentro del universo descansaba en sus hombros y supo manejar la situación.
En ningún momento se sintió pesadez al ver la película (la cual dura aproximadamente dos horas) gracias al buen relevo de sensaciones tensas y cómicas que reflejan lo que está pasando en el mundo y en cómo lo ve un chico inocente de Queens.
La película también se molestó en dejarnos muchos momentos que los fans apreciarán.
Se nota el cariño hacia la comunidad pegada al icónico superhéroe y espero que sigan con ese rumbo para los proyectos que están en camino.
Si sigues de cerca todo respecto al MCU, por ningún motivo deberías perderte Spider-Man: Far From Home. No sólo es mejor que la cinta anterior, sino que se acerca peligrosamente a lo que nos trajo Sam Raimi hace varios años.
Spidey asumirá un papel aún más grande dentro de las nuevas amenazas que se acercan. No creo que sería astuto perderte el reinicio de lo que está por venir, ¿verdad?
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