Como ahora Sony comparte sus derechos del Hombre Araña con Marvel, el estudio ha optado por utilizar a los otros personajes de este universo, siendo Venom el primero de ellos. Este spin-off se convirtió rápidamente en una de las películas más esperadas del año dada la naturaleza del personaje. Sin embargo, ¿es este spin-off el grandioso inicio del universo fílmico de villanos de Spider-Man que esperamos?
Venom nos presenta a Eddie Brock (Tom Hardy), un exitoso reportero de San Francisco con su propio programa. Eddie vive una vida bastante buena en compañía de su prometida Anne Weying (Michelle Williams). No obstante, su terquedad lo lleva a traicionar la confianza de Anne y desacatar una orden de su jefe durante una entrevista a Carlton Drake (Riz Ahmed), líder de Life Foundation. Como consecuencia, pierde su trabajo, su hogar y a su novia.
Lo que Eddie no sabe, es que Life Foundation ha estado experimentando con unas criaturas alienígenas llamadas simbiontes. Al ser contactado por la Dra. Dora Skirth (Jenny Slate), quien trabaja para Drake, Eddie retoma su investigación pero su cuerpo es entonces ocupado por Venom, una de estas criaturas. Cuando descubre lo que Drake planea, deberá abrazar sus nuevos poderes y a su nuevo huésped para detenerlo.
Tom Hardy es lo mejor de la película. No importa el papel, siempre se mete de lleno en su personaje, y para el caso de Venom, su interacción entre Brock y su nuevo amigo es de lo mejor que se nos presenta. Aunque su unión y “amistad” se forja demasiado rápido para ser orgánica, Hardy lo hace funcionar de una manera interesante, y en ocasiones, graciosa. Es más, en algunos momentos es como un ‘bromance’ entre ambos. Aunque creo que esto seguramente no será del agrado de los puristas del cómic.
Más allá de eso, una vez que nuestro protagonista comienza a utilizar los poderes que Venom le otorga, comienza la parte divertida. Tenemos combates cuerpo a cuerpo y persecuciones llenas de adrenalina en las que una vez más la interacción Eddie-Venom florece. Entre uno que está aterrado por lo que le sucede y el otro que está salvándose y salvándolo, surgen momentos muy divertidos y entretenidos.
Lástima que el resto del elenco queda desaprovechado. La Anne Weying de Michelle Williams resulta irrelevante para la trama. Riz Ahmed como nuestro antagonista nunca causa el suficiente miedo y sus tácticas manipuladoras no surten el efecto que deberían. Y por último tenemos a Jenny Slate como la Dra. Skirth, quien parece un cartón con bata de laboratorio.
Y para una criatura espacial con dientes filosos y una enorme lengua, faltaron escenas un poco más extremas. Quizás las declaraciones iniciales de Hardy de las escenas cortadas le hubieran añadido un toque más radical. El simbionte es imponente y aterrorizante, pero cohibido por su clasificación B.
Venom no es tan mala como dicen, ni tan buena como quisiéramos que sea. El bromance entre Eddie y el simbionte es suficiente para cargar con la película de la mano de Tom Hardy. Y a pesar de las varias inconsistencias y lo poco interesante que son los personajes secundarios, las secuencias de acción y los chistes logran agregarle suficiente carisma para cumplir con el cometido de pasar un buen rato en el cine. Posiblemente tengamos una secuela, aunque para este punto sólo la taquilla lo decidirá. Y eso sin contar que Morbius es el siguiente spin-off en la lista.
PS. No olviden que la película cuenta con dos escenas post-créditos.
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