¿De qué trata Diablo 3?
Llegamos al cierre de la historia, pero a pesar de ser el título más reciente, muchos aún no saben de qué trata Diablo 3. Ponte cómodo porque la trama es aún más densa que de costumbre y aquí lo conocerás todo.
Siendo la última parte de la historia (hasta ahora), es sumamente importante que estés al tanto de los relatos anteriores. Aquí mismo podrás echarle una leída a toda la trama hasta este punto:
Y como última advertencia, habrán serios spoilers de la franquicia. Sigue leyendo bajo tu propio juicio.
¡Comencemos!
¿De qué trata Diablo 3?
Pasaron 20 años desde que los héroes de Santuario derrotaron a Baal y el ángel Tyrael destruyó la Piedra Ecuménica. Por fortuna, esta catástrofe no tuvo mayor consecuencia en el mundo de los Nefalem y conocieron paz… por un tiempo.
Deckard Cain, el sobreviviente del ataque de Diablo en Tristram, adoptó a una niña pequeña como su sobrina llamada Leah, quien en realidad era la hija de Adria, una bruja que vivió en el mismo pueblo en tiempos del ataque y murió a manos de los demonios. Los dos viajaron por todo el mundo, pero no por gusto.
Cain temía que los últimos Males Menores con vida —Belial y Azmodán— atacaran Santuario y buscaran el poder de los Nefalem para sacar ventaja en el Conflicto Eterno. Tanto el anciano como Leah terminaron en la vieja catedral de Tristram donde comenzó todo, pues en ese lugar residían escritos antiguos que hablaban sobre una profecía oscura que acabaría con la humanidad.
Poco tiempo tuvo Cain para realizar su investigación cuando un destello gigantesco apareció en el cielo: era una estrella caída y se dirigía justamente hacia la catedral. A pesar de intentar huir de la zona de impacto, fue muy tarde y Deckard Cain cayó al vacío de las catacumbas mientras Leah sollozaba la pérdida de su tío.
Tras la explosión, los demonios resurgieron de los Infiernos Ardientes y Leah, siendo tan sólo una adolescente sin experiencia, no tuvo otra opción más que abandonar la catedral y dirigirse al pueblo más cercano a pedir ayuda: Nueva Tristram.
El llamado a Nueva Tristram
Tal y como sucedió hace 20 años, héroes de varias regiones de Santuario surgieron al escuchar sobre el retorno de los demonios. Todos ellos se dirigieron a Nueva Tristram, un pueblo recientemente construido cerca de las ruinas del original que quedó devastado a causa de Diablo.
Fue allí donde conocieron a Leah y se percataron de lo sucedido. Decididos, los héroes se dirigieron hacia la catedral con esperanzas de encontrar respuestas.
Tras descender varios niveles, los héroes encontraron a Deckard Cain aún con vida, pero se encontraba escapando de el Rey Esqueleto, previamente conocido como Leoric. Esta monstruosidad había vuelto a despertar gracias a la estrella caída y buscaba venganza sobre la humanidad, pero no fue rival para los nuevos guerreros y protectores de Santuario.
Tras vencer al Rey Esqueleto, todos descendieron hasta lo más recóndito de la catedral. Llegaron al lugar exacto donde se había estrellado lo que cayó del cielo y, para sorpresa de todos, no se trataba de un objeto, ¡sino de un hombre!
Este hombre misterioso no recordaba nada salvo que su espada también había caído con él y se había partido en 3 partes. Deckard Cain decidió que lo mejor era regresar al extraño su arma con esperanzas de que recobrara su memoria. Sin embargo…
Al hallar la segunda parte de la espada, los héroes se toparon con una bruja llamada Maghda. Ella también buscaba la espada para sus propios propósitos, pero era incapaz de quitarle los pedazos del arma a los guerreros, así que ideó un plan…
Las artimañas de Maghda
Maghda elaboró una distracción y los héroes cayeron en su trampa. Mientras ellos no estaban, la bruja se había apoderado de las tres partes del arma y también capturó a Deckard Cain, Leah y al extraño que aún no recordaba nada.
La bruja ordenó a Cain que forjara la espada, o de lo contrario su sobrina moriría. En un ataque de histeria y al ver a su tío torturado, Leah desató un poder desconocido dentro de su cuerpo y asesinó brutalmente a todos los guerreros de Maghda.
Maghda abandonó el lugar, pero no sin extraer lo que le quedaba de vida a Deckard Cain. En su último aliento, el anciano reforjó la espada y todas las dudas se aclararon: ¡la espada era de los Cielos Superiores y el extraño era un ángel!
Deckard Cain murió y la espada fue entregada al extraño, quien automáticamente recobró sus recuerdos. Leah lo culpó por la muerte de su tío, pero fue aquí cuando esta persona reveló ser Tyrael, el Arcángel de la Justicia que resucitó 20 años después de destruir la Piedra Ecuménica.
Justo al momento de su resurrección, Tyrael entró en conflicto con Imperius, el nuevo líder del Concilio de Angiris (los arcángeles que dominan los Cielos Superiores). No sólo lo culpó de haber tomado decisiones por cuenta propia, sino que se había relacionado demasiado con los Nefalem cuando se había acordado que ni el cielo o el infierno los molestarían.
Furioso, Tyrael respondió a Imperius que ya no bastaba con sólo observar. Al no entrar en un acuerdo, el Arcángel de la Justicia renunció a sus dotes divinos y voluntariamente fue expulsado de los Cielos Superiores hacia Santuario, pero esta vez como un humano.
Leah comprendió todo y decidió ayudar a Tyrael a combatir el mal que amenazaba Santuario.
Una misión de venganza
Los héroes, Leah y Tyrael viajaron a la ciudad de Caldeum en busca de Maghda, pues habían escuchado que se estaba escondiendo ahí. Al llegar, conocieron al emperador de la ciudad llamado Hakán II éste les informa sobre el paradero de la bruja en las afueras de la región. Los guerreros deciden ir en su busca mientras los demás buscaban pistas sobre Belial, pues el ángel —ahora humano— podía sentir su presencia.
Tras una feroz lucha en contra de los seguidores de Maghda en los áridos desiertos, los héroes finalmente la encuentran y la aniquilan, cobrando venganza por Deckard Cain. Sin embargo, una vez que regresan a Caldeum, se percatan de que Hakán II acusó a Leah de traidora y estaba buscándola dentro de los desagües de la ciudad.
Por fortuna, los héroes hallaron a Leah antes de que fuera tarde y ésta les comentó que el emperador se había vuelto loco. También se enteró de que su madre, la bruja Adria, aún estaba viva y se encontraba dentro de Caldeum. Lograron dar con ella y ésta les comentó lo que había estado haciendo durante los últimos 20 años.
Después de la tragedia de Tristram, Adria había sobrevivido y concibió a Leah. Sin embargo, no podía permitir que lo mismo le fuera a suceder a su hija y se embarcó en una misión para encontrar la manera de acabar definitivamente con los demonios que amenazaban Santuario. Es por esta razón que tuvo que abandonar a la pequeña y la dejó al cuidado de Deckard Cain. Aunque fue una decisión difícil, rindió frutos al final.
La Piedra Esencial Negra
Adria le comentó al grupo que, hace muchos años, un líder de los Horadrim llamado Zoltun Kulle hizo un artefacto sumamente poderoso llamado la Piedra Esencial Negra. A diferencia de los objetos que alguna vez apresaron a los Males Supremos, ésta podía contener las almas de todos ellos al mismo tiempo. Por desgracia, su creador enloqueció de poder y tuvo que ser asesinado por sus seguidores. La bruja propuso revivir al hechicero y preguntar sobre el paradero de la piedra.
Aunque Tyrael y los héroes se opusieron, realmente no había una mejor alternativa disponible, por lo que comenzaron el ritual de resurrección. Zoltun Kulle revivió y accedió a revelar la ubicación de la piedra, pero algo andaba mal…
Al llegar a la cámara donde se escondía la Piedra Esencial Negra, el hechicero se percató de que ya contenía almas de algunos demonios. Andariel, Duriel, Diablo, Mefisto y Baal se hallaban dentro de ella para sorpresa de todos y Zoltun Kulle le propuso a los héroes abandonar su misión para gobernar juntos el cielo y el infierno. Naturalmente, se negaron y aniquilaron al traidor.
Cuando el grupo regresó a Caldeum, el caos se había desatado y las sospechas de Tyrael resultaron ser ciertas. Encontraron al emperador Hakán II y él era el huésped mortal de Belial, el Señor de las Mentiras.
Después de una complicada batalla, un demonio más fue abatido y sellaron su alma dentro de la Piedra Esencial Negra. Con seis de ellos dentro del artefacto, sólo restaba combatir con uno más…
El ejército de Azmodán
Leah estudió los escritos de Deckard Cain en busca de pistas sobre el último demonio, pero no tuvo que poner mayor empeño, ya que fue el mismo Azmodán quien se apareció en una visión ante ella. Siendo el único líder restante, la totalidad de los Infiernos Ardientes estaban bajo su comando y tenía grandes planes para la Piedra Esencial Negra: consumirla y absorber las almas de todos sus hermanos para así convertirse en el Mal Supremo, tal y como lo fue alguna vez Tathamet al comienzo de la creación.
Azmodán comenzó su ataque desde el cráter del Monte Arreat, lugar donde fue destruida la Piedra Ecuménica. Lanzando todo lo que tenía a su disposición, los héroes y compañía salieron de Caldeum y se resguardaron en una fortaleza mientras combatieron en una feroz y sangrienta batalla.
La Piedra Esencial Negra comenzó a volverse inestable al resguardar una gran cantidad de poder maligno. Leah, quien había mejorado sus habilidades gracias a las enseñanzas de su madre, tuvo la tarea de controlar este poder, pero al hacerlo no podía auxiliar a los héroes. Tyrael y Adria permanecieron en la fortaleza protegiendo a la niña y la piedra mientras los guerreros continuaron la batalla.
Al derrotar criaturas consideradas imposibles de vencer por simples Nefalem, Azmodán no podía creer lo que estaba viendo. Después de enfrentarse él mismo a los héroes y ser derrotado, el mal finalmente había abandonado Santuario. Leah selló el alma del último demonio dentro de la Piedra Esencial Negra y regresaron a la fortaleza.
La traición
Sin embargo, cuando los héroes regresaron a la fortaleza, hallaron un camino de sangre que los conduciría a la oscura verdad: Adria había traicionado al grupo desde el principio y reveló su verdadero plan. Hace 20 años, ella fue llamada a Tristram por una maldad que jamás había sentido y, después de la derrota de Diablo, ella y un guerrero llamado Aidan tuvieron una hija: Leah. El padre no era otro sino la persona que derrotó al demonio y se incrustó la Piedra Esencial en su frente. Era también el hijo del Rey Leoric y hermano mayor del príncipe Albrecht, es decir, el Nómada Oscuro.
Todo se había planeado desde hace 20 años. Con las siete almas dentro de la Piedra Esencial Negra, Adria realizó un ritual donde Diablo los absorbió a todos y se apoderó del cuerpo de su propia hija. El Mal Supremo había nacido y no perdió más tiempo; se dirigió hacia los Cielos Superiores para terminar con el Conflicto Eterno de una vez por todas.
El Mal Supremo
Diablo llegó a las puertas de los Cielos Superiores y fue recibido por Imperius, quien lo reconoció inmediatamente detrás de su fachada humana. Tras ser atacado, el demonio abandonó el cuerpo de Leah y reveló su nueva forma como el Mal Supremo.
Siendo más poderoso que nunca, Diablo venció fácilmente a Imperius y se dirigió hacia el Arco Cristalino, el corazón de los Cielos Superiores y lugar donde nacen todos los ángeles con el propósito de corromperlo con su maldad. Tyrael le siguió el rastro junto con los héroes, pero el previo Arcángel de la Justicia fue culpado de toda esta catástrofe y los Nefalem fueron amenazados de ser eliminados si no regresaban a Santuario, pero ellos hicieron caso omiso y continuaron la persecución.
Una guerra entre ángeles y demonios se desató en los Cielos Superiores. Los héroes tuvieron que masacrar incontables enemigos a su paso y durante el camino liberaron de garras enemigas a Itherael y Auriel, los arcángeles del destino y esperanza respectivamente. Malthael, el previo líder del Concilio de Angiris y todos los ángeles, no había sido visto desde la destrucción de la Piedra Ecuménica hace 20 años cuando se fue en busca de más información sobre la raza Nefalem. Imperius, el nuevo comandante, volvió a amenazar a los guerreros, pero eso no los detuvo.
Diablo resucitó a Izual, el lugarteniente de Tyrael quien traicionó a todos los ángeles al revelar el funcionamiento de las Piedras Esenciales a los demonios. Después de haber sido vencido por los Nefalem de hace 20 años, esta vez fue derrotado por su propio maestro… con ayuda de los héroes.
La batalla definitiva
Los héroes llegaron al Arco Cristalino, pero fueron acorralados por Imperius, quien se había decidido a matarlos por ignorar sus amenazas. Sin embargo, tanto él como Tyrael y el resto de los ángeles colapsaron y pronto se supo la razón: Diablo había llegado al corazón de los Cielos Superiores y comenzó a corromper a todos los ángeles. Siendo la última esperanza, los Nefalem continuaron y enfrentaron al Mal Supremo.
Una vez más, el poder de los Nefalem impresionó a ángeles y demonios cuando derrotaron a Diablo por tercera ocasión. Su cuerpo se desintegró y su alma fue sellada de nueva cuenta dentro de la Piedra Esencial Negra. Los Cielos Superiores se salvaron y Tyrael regresó al Concilio de Angiris asumiendo el puesto vacío de Malthael como el Aspecto de la Sabiduría.
La paz regresó, pero duró poco tiempo…
El ángel de la muerte
A pesar de haber regresado a su hogar, Tyrael no pudo acoplarse de nuevo en los Cielos Superiores; seguía siendo humano y, como tal, tenía que dormir y comer. La Piedra Esencial Negra continuaba siendo un problema y nadie sabía qué hacer con ella.
Después de protestas y reflexiones, Tyrael decidió regresar a Santuario actuando como emisario entre ángeles y humanos. Se llevó la Piedra Esencial Negra y formó un nuevo grupo de Horadrim para esconderla y proteger a todos de este artefacto oscuro.
Sepultada en una catacumba cerca de la Marca del Oeste (una región de Santuario), la Piedra Esencial Negra permanecería por siempre ahí al no poder ser destruida por nadie. Sin embargo, Tyrael y los Horadrim recibieron una visita inesperada…
Malthael, el antiguo líder del Concilio de Angiris, había regresado. Después de su desaparición hace 20 años, reconoció el potencial de los Nefalem y concluyó que eran una amenaza igual o incluso mayor a los demonios, por lo que sufrió una transformación y se convirtió en el Aspecto de la Muerte.
A pesar de intentarlo, ni siquiera Tyrael pudo detenerlo. Malthael robó la Piedra Esencial Negra y desapareció. Un sobreviviente de los Horadrim contactó a los héroes que derrotaron a Diablo recientemente y los guió hacia la Marca del Oeste.
Una vez allí, Tyrael les explicó la situación. Malthael comenzó a erradicar a todos los Nefalem en Santuario y, aunque desconocían sus verdaderos motivos, sabían que debía ser detenido. Antes de eso, sin embargo, tenían que localizarlo.
El regreso de Adria
Una mística que logró sobrevivir a los ataques de los seguidores de Malthael le comunicó a los héroes que la bruja Adria había sido vista por los alrededores. Esta traidora seguía con vida y era la mejor pista que tenían por el momento, por lo que decidieron encontrarla y hacerla hablar.
En efecto, Adria seguía viva y sabía dónde se encontraba Malthael, pero no hablaría sin una lucha. Se transformó en una bestia horrenda y atacó los héroes, sin embargo no fue suficiente desafío para ellos. El Aspecto de la Muerte estaba en Pandemonio, la dimensión que conectaba al cielo con el infierno y el lugar donde se llevó a cabo el Conflicto Eterno.
Al reagruparse con Tyrael, éste le reveló a los héroes la verdadera intención de su hermano renegado: corromper la Piedra Esencial Negra para capturar la parte demoníaca de los Nefalem, aniquilando por completo a su raza. Después de la derrota de Diablo, Malthael vio una oportunidad de oro para erradicar cualquier rastro de demonios, incluyendo la mitad existente en todos los humanos.
Siendo mitad ángel y mitad demonio, un Nefalem seguía siendo una amenaza en ojos de Malthael. Los héroes viajaron a Pandemonio con ayuda de Imperius, quien incluso reconoció que la visión de su antiguo líder era errónea.
Epílogo
Dentro del corazón de Pandemonio, los héroes lucharon en contra de Malthael. Al verse arrinconado, el ángel decidió romper la Piedra Esencial Negra y absorber las almas de los siete demonios que ésta contenía, incrementando seriamente su poder. Sin embargo, los Nefalem ya se encontraban en otro nivel y Tyrael finalmente averiguó la razón de sus poderes.
Mientras Malthael caía derrotado, Tyrael reconoció que los Nefalem estaban por regresar a sus raíces como verdaderos hijos de ángeles y demonios. Después de la destrucción de la Piedra Ecuménica hace 20 años, esta raza ya no se encontraba restringida y sus poderes comenzaron a resurgir, lo que provocó un peligro inminente para todos. ¿Qué pasaría si ellos fueran los siguientes en revelarse?
Y con esa pregunta, ¡termina la historia! Ahora que sabes de qué trata Diablo 3 y te pusiste al corriente con toda la franquicia, estás más que preparado para lo que viene con la cuarta entrega.
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