En esa época donde había espacio para las nuevas propiedades intelectuales fue donde Keita Takahashi decidió, junto con la mano de los creativos de NAMCO (antes de que se fusionara con Bandai), lanzar este divertido y adictivo videojuego, causando una “avalancha” de nuevos consumidores de la industria. Y no fue hasta este año donde se decidió lanzar una remasterización del segundo juego de la franquicia, bajo el subtítulo Reroll + Royal Reverie para el PlayStation 4& & 5 y el Nintendo Switch.
¿Será este otro éxito arrollador? ¡Vamos a averiguarlo!
Después de haber reconstruido el universo en el juego anterior, el maravilloso, guapo, bondadoso y nada vanidoso Rey del Cosmos se da cuenta de que gracias al Katamari obtiene muchos fans. En consecuencia, como rey benevolente decide que su siguiente objetivo será cumplir los deseos de sus admiradores, así que no solo convoca al Príncipe, sino que también a sus primos para lograr esta misión. ¿Y cómo planean cumplirla? ¡Rodando cosas!
En este juego vas a estar rodando, literalmente. Vas a estar recorriendo un área determinada, apilando cuánta basura esté a tu alrededor y así crear tu Katamari (así se le dice a la esfera cósmica que estarás creando). Se oye básico, pero como todo en la vida, tiene su chiste. Al principio estarás usando flores u objetos pequeños, pero ya entrado en calor estarás levantando objetos gigantescos (en co-relación al personaje principal) como venados, árboles, luchadores de sumo, la jefa del que hace esta reseña, etc.
La idea no es ir tampoco ampliando y rodando cosas “a la ahí se va”, ya que como cualquier objeto esférico, este tendrá su propio diámetro, peso, velocidad tanto de fricción como de gravedad. Esto es importante porque llega un momento en que tienes una enorme bola de basura que no podrás hacer pasar por espacios pequeños u otro tipo de abertura de menor tamaño. Considera que tienes que trazar una ruta para poder terminar tu katamari en el menor tiempo posible.
Dirás, “al parecer se trata de un juego enteramente sencillo”, pero eso muy alejado de la realidad. Katamari REROLL es muy complejo ya que lo puedes jugar de dos formas: el Modo Clásico y el Modo Simple. El clásico se maneja usando ambos sticks de tu control, y es una forma MUY exigente. Necesitarás toda la coordinación de tus pulgares para ejecutar tus movimientos con la destreza y gracia de un jovenzuelo de 15, y desafortunadamente si tu control tiene una falla que ocasione un “drift” (¿verdad Joy-Cons?) vas a pasarla desafortunadamente mal.
Para eso les recomendamos el modo simple, el cual con uno podrás moverte, mientras que con el otro podrás posicionar la cámara que guíe al príncipe de una forma más controlada y con mayor tolerancia a las fallas. Obviamente lo óptimo es tener un control en buenas condiciones para no entorpecer tus sesiones de juego.
El juego ofrece nuevos modos de juego, como el “Endless” en donde podrás estar rodando tu Katamari hasta el fin de los tiempos en el escenario que tu quieras, su nombre lo explica todo. De esta manera podrás estrategizar mejor tus rutas y así poder mejorar tus puntuaciones para los modos más casuales.
Empezando por el lado gráfico del juego, este es claramente una secuela directa a un juego de PS2 y su belleza radica en su simpleza. Aquí olvídate de ver gráficos en UHD 4K. Esta experiencia tiene un estilo muy abstracto y poligonal con modelos que PARECEN sacados de una consola de menor gama, pero repito, el juego está diseñado para ser así. El apartado de texturas cumple y te da la ilusión de jugar algo retro con controles modernizados.
En donde el juego sí brilla con destellos de color es en las cutscenes. Estas secuencias son contadas como una especie de infografía donde ves a los personajes interactuando en escenas bajoun estilo de papel maché muy interesante y que deleita la pupila. Verás con lujo de detalle la imponente figura del Rey del Cosmos, y de todos los habitantes del mundo de Katamari.
El juego no se toma en serio a sí mismo, así que puedes esperar varios derrumbes a la cuarta pared y chistes de todo tipo. No obstante, siempre manteniendo un tono blanco, pues es un juego para toda la familia. Eso sí, todo es muy japonés. Te recomendaria ver esto como una especie de show cómue encuentres siempre van acompañadas de un chiste. A veces el chascarrillo cae y puedes entenderlo. Otras veces es un gag visual. Lo más interesante es que aunque no sepas nada del humor japonés, extrañamente el juego te sacará una sonrisa de lo bien implementada que está la escritura.
La música la puedo catalogar de surrealista. Hay canciones como “Cat me In” que es enteramente echa con sonidos de gatitos, y adictiva de escuchar. O “Baby Universe” donde se escuchan unos vocales hermosos (hechos por la cantante Pop Maki Nomiya) con un ritmo más vivo a ritmos de jazz. Este juego tiene una colección de canciones bastante agradable que puedo recomendar.
Apreciamos el hecho de que en esta secuela hayan incluido una mayor dificultad en el modo “Royal Reverie”, pero desafortunadamente estos son niveles “remixeados” a los jugados ya en el modo de juego standard. Aunado a ello, la cantidad es muy reducida, dejando este apartado como algo con mucho potencial que no fue explotado al 100.
Quizás otro punto negativo es que el juego es muy corto y no fomenta mucho el replay value, pero ahí es donde quizás donde puedas retarte a ti mismo imponiendote retos personales para poder tener nuevas experiencias.
We Love Katamari REROLL + Royal Reverie es un excelente remaster y una buena adición de la franquicia. Yo siendo un neofito y siendo mi primer Katamari, puedo decir que la experiencia fue muy agradable, y puedo recomendarla a los que quieran entrarle, y tengan la curiosidad sobre este divertidísimo mundo.
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Review | |
Author | VGEzone |
Resumen | Un excelente remaster y una buena adición de la franquicia. |
Calificación | 4 (out of 5) |
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