Call of Duty: Infinite Warfare está a la vuelta de la esquina, y en este caso, Infinity Ward ha sido el encargado del desarrollo de un proyecto que no causó muy buena impresión en el público antes de siquiera haberlo jugado. Tuvimos la oportunidad de probar la beta multijugador, y con ello prepararnos para lo que nos depara en esta nueva entrega. Aquí mis impresiones al respecto.
Siguiendo la misma temática de su antecesora, Infinite Warfare retoma el ambiente futurista con un multijugador frenético y emocionante. Los “Specialist” de Black Ops 3 han evolucionado para dar lugar a los Combat Rigs, estos nuevos trajes que ya no solo proporcionan una habilidad especial (Payload), sino que ahora también aportan una habilidad pasiva (Trait) que incrementa el nivel de customización. Cada Rig cuenta su set de payloads y su set de traits para experimentar con distintas combinaciones que se acomoden a tu estilo de juego.
En cuanto a las mecánicas, el sistema se mantiene exactamente igual, incluyendo el jetpack para elevarse un poco, las deslizadas y las corretizas por las paredes. Tanto el uso del jetpack y el poder correr por las paredes sigue siendo un factor que le agrega mayor frenetismo a los combates, proporcionándote mayores posibilidades de movimiento, aunque algunos de los mapas en los que jugué desaprovechaban estas características.
Los supply drops están de vuelta, así que con un poco de suerte podrán conseguir algún camo o ítem customizable que querían. Sin embargo, también a través de los supply drops podrían obtener alguno de los “prototipos de armas”. Estos prototipos son básicamente las armas del juego con alguna mejora (por ejemplo mayor precisión o algún perk como la nuke a las 25 kills).
Nunca me agradó el sistema de Supply Drops, especialmente porque la suerte comienza a tener mayor relevancia que la habilidad y la progresión, así como también llega a pesar que aquellos que gasten dinero real podrían sacar una ventaja con estas armas, mismas que podrían llegar a desbalancear el combate.
Asimismo, es posible conseguir los “prototipos de armas” por medio de Salvage, la moneda de Infinite Warfare. Salvage se consigue jugando, por lo que entre más juegues más recursos para tus prototipos tienes. Y a diferencia de los Supply Drops, aquí tu progresión se ve recompensada, aunque posiblemente sea más tardado conseguir el prototipo que quieres contra alguien que está comprando los Drops.
Cambiando ahora al tema de los mapas, los que estuvieron jugables durante la beta tenían su respectiva originalidad en diseño, aunque quizá el más interesante fue Frontier. En Frontier te encuentras en una estación espacial de 2 pisos con un gran pasillo central – donde batallaban los snipers – y varios pasillos laterales. El mapa provocaba que los jugadores tuvieran que estar a las vivas en todo momento porque en cualquier instante podrían emboscarte.
Si bien Call of Duty: Infinite Warfare no aporta algo nuevo al género de los FPS y tratan de compensarlo con más y más personalización, su multiplayer se mantiene divertido, veloz, emocionante y como uno de los favoritos de la actualidad. El primer día probando la beta no fue precisamente bueno por problemas con los servidores, pero una vez solucionados, disfruté del juego, eliminando rápidamente a mis enemigos, desbloqueando killstreaks y aprovechando los beneficios de mi rig.
Call of Duty: Infinite Warfare llega a PS4, Xbox One y PC este 4 de noviembre.
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