Si fuiste uno de los afortunados en probar Heavy Rain, o Beyond Two Souls, títulos desarrollados por el estudio Quantic Dream, entonces de seguro esperabas con ansias la llegada de este juego. ¿Pudo superar a sus predecesores? este es nuestro review de Detroit: Become Human
Situado en los años 2030’s en donde la sociedad se ha hecho codependiente de los androides como sus asistentes para cumplir con tareas desgastantes o satisfacer sus necesidades más oscuras, en esta ocasión tomarás el papel de tres androides.
Markus es un androide encargado de cuidar a uno de los artistas más renombrados de la época, debido a que ya se aproxima su muerte y teniendo una mente artística, comienza a cuestionar el propósito de Markus llevándolo a un viaje introspectivo que terminará haciéndolo llegar tan lejos como tu quieras.
Kara por su parte es un androide encargada de cuidar a una pequeña humana, víctima de las frustraciones de su padre. Será tu deber decir hasta dónde dejas llegar esta situación.
Por último eres Connor, la última esperanza de cyberlife de poder controlar la amenaza de los divergentes. Los divergentes son aquellos androides que han comenzado a desarrollar emociones y tomar decisiones por su cuenta, sin la necesidad de un humano.
Tal cual como sabemos lo puede hacer este estudio, este título es capaz de contarte un sinfín de historias distintas, ocasionada por las decisiones que tomes a lo largo del camino. Ellos mismos presumieron que este título es el que tiene más alternativas para desarrollarse.
Lo que hace interesante a esta historia, es precisamente el camino que pueden tomar las tres perspectivas, por una parte juegas el lado radical que busca la liberación de su especie, por otra parte el lado robótico que no cuestiona a las autoridades y únicamente busca cumplir con los objetivos que se le ordenan, pero por último tenemos una parte media, un androide que busque cuidar a una humana sin importar las consecuencias. Justo esta mezcla de 3 personalidades y perspectivas distintas, es lo que enriquece el juego y sin duda alguna podrías hacer que las cosas terminen tan bien o tan mal como quieras.
En sí, el tema de fondo es precisamente el de la aceptación de ideales y razas distintas, un tema muy ad hoc con el entorno político que se vive en Estados Unidos.
Uno de los temas que han sido más cuestionados de los títulos de esta casa desarrolladora es precisamente el Gameplay, porque en muchas ocasiones se siente más como una novela que un videojuego, algo similar a lo que sucede con los juegos de Telltale. En esta ocasión el título mezcla elementos de sus predecesores, sin descuidar la parte de exploración, diálogos y toma de decisiones que lo hacen tan característico.
He de confesar que algunas de las cosas que más me gustaron de este título es precisamente que muchas de las acciones que se requieren serán contrarreloj, por lo que sentirás la presión por resolver el caso, encontrar la forma correcta de hacer que tu personaje siga avanzando. Aún así este título intenta satisfacer a todo público, incluyendo partes de gameplay de otros géneros, pero justamente en ocasiones se siente raro qué en momentos de acción, tus decisiones con los botones se vean lentamente ejecutadas.
Es por esto que no puedo negar admitir que el gameplay a la mitad del juego se llega a sentir un poco torpe, pero es justo la historia y el enfoque qué van tomando tus decisiones los que te demostrarán que sobrellevar estos tropiezos valieron por completo la pena. Por supuesto que cuenta con alto replay value, por si te quedaste con la sensación de que algo pudo haber salido mejor de haber tomado otra decisión.
A resumidas cuentas en este aspecto encontrarás la clásica toma de decisiones mediante diálogos, bastantes quick action events que le pueden costar la vida a tu personaje, así como ciertas escenas de acción o híbridos que te llevarán a cuestionarte que estás jugando, así como por supuesto la parte de exploración que te irá desbloqueando ciertos caminos, no sólo de manera inmediata, sino también a mediano y largo plazo.
Ambas piezas son una maravilla en este título, en el aspecto visual no puedo negar la calidad que cada uno de los actores le dedicó al título. En muchas ocasiones su misma expresión te llegará a decir qué estaban pensando y sobre todo le darán gran énfasis y peso a las decisiones que hayas tomado.
Por otra parte aunque la música en muchas ocasiones pareciera que sólo está de fondo acompañando los eventos, cuando llegan los momentos tensos te das cuenta qué es el complemento perfecto a la experiencia que los desarrolladores quisieron darnos.
Detroit: Become Human toma en cuenta los elementos de sus predecesores y los trae sobre la mesa. Con ciertos tropiezos en la parte del Gameplay, principalmente al tratar de explorar secuencias más orientadas a la acción, pero siendo excelsa en los elementos que han distinguido a esta desarrolladora.
Desde un inicio, te darás cuenta qué es el título que más rutas disponibles para terminar tiene y es sorprendente ver como el impacto de una decisión que hiciste casi al empezar el juego, termina por ser la que defina el futuro de tu personaje.
Cabe recordar que en este juego puedes perder a tus personajes, por lo que siempre tienes que estar al pendiente de la próxima decisión y acción que tengas que tomar. El mensaje es bastante claro y es bastante sensacional como un título de este calibre puede hacerte sudar y sentir que un botón mal apretado le puede costar la vida a esa personaje del que tanto te encariñaste.
Quantic Dream lo hizo otra vez y sin duda alguna me gustaría poder acompañarlos para ver sus expresiones en las secuencias finales del título. Así que si les gustan los títulos con un toque detectivesco, en donde tengas que tomar decisiones y sobre todo si aprecias el aspecto cinemático y excelente diseño de guión Detroit: Become Human es para ti.
¿Les llama la atención?
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