Review Divinity: Original Sin 2 Definitive Edition
El galardonado RPG con 93 de calificación en Metacritic finalmente dio el salto a consolas. Divinity: Original Sin 2 trae de regreso todo lo que enamoró a fans de Dungeons & Dragons y Baldur´s Gate sumándole nuevas mecánicas en un mundo que nos va a absorber con más de 150 horas de juego. Esta es su reseña:
-Historia-
Lo maravilloso de Original Sin 2 es que, como en una campaña tradicional de D&D, toda tu historia se va forjando según las decisiones que tomes. Sin embargo sí existe una base que aplica para todos:
En el mundo de Rivellon existe un extraño poder llamado Source el cual es controlado por seres especiales llamados Sourcerers. Proveniendo de todas las razas, en Original Sin 2 tú controlas a un Sourcerer con un destino escrito pues el guardián de este mundo ha perecido y criaturas de la oscuridad amenazan con su destrucción.
Podrás elegir una de cuatro razas (junto con sus versiones no-muertas) y embarcarte en una aventura como ninguna. El juego también ofrece aventurarte en misiones alternas vistas desde la perspectiva de héroes de origen; personajes clave en la historia del juego.
¿Serás un héroe? ¿Villano? ¿Un gran líder, o quizás un tirano? Las puertas están abiertas para un sinfín de posibilidades y es decisión del jugador armar a un personaje completo a su semejanza… o todo lo contrario.
-Gameplay-
Los dos puntos más importantes del juego recaen en los diálogos y el combate.
Al aventurarnos tendremos contacto con muchas personalidades. Algunas requerirán de nuestra ayuda mientras que otras se interpondrán entre nosotros y nuestros objetivos. Nuestro protagonista tendrá muchísimas opciones para resolver estos problemas y el diálogo nos permite explorar varias resoluciones. Por ejemplo, si somos un elfo podremos usar nuestros poderes para explorar el pasado de seres caídos y usar este conocimiento como arma en nuestras conversaciones, mientras que si somos un no-muerto podremos usar nuestro “encanto físico” para resolver cualquier cuestión ante de que ocurra.
En caso de no entrar en comunión pacíficamente, es cuando tendremos que lucar. El combate en Original Sin 2 es uno de estrategia por turnos, tal y como se hacía en campañas de D&D haciendo girar los dados. Nuestro equipo de personajes tendrá un cierto número de acciones que podrá hacer antes de terminar el turno; escabullirnos y golpear al enemigo por detrás, subir a terreno elevado y atacar desde una distancia segura o incluso usar nuestras diversas habilidades para cambiar los escenarios, los cuales juegan un papel enorme en las batallas.
Podremos destruir barriles llenos de aceite y encenderlos para quemar a nuestros adversarios, el cual después podremos apagar con agua para crear una nube de vapor para escondernos y con esa ventaja escapar de un combate complicado. Las opciones que ofrece el combate junto con sus escenarios son muy críticas y podrían ser la diferencia entre victoria y derrota, por lo que recomiendo bastante echar un ojo a tus alrededores antes de soltar el primer golpe.
Y obviamente está también la exploración en donde podremos encontrar las numerosas misiones alternas que ofrece el juego y así hacernos de tesoros que nos harán más ricos y poderosos e incluso toparnos con algunos acertijos para probar nuestra destreza mental.
En corto, la jugabilidad de Original Sin 2 no es para los jugadores casuales y requiere mucha atención y dedicación. Basta decir que en ninguna circunstancia me dejó de sorprender y la transición de PC a consolas fue de lo más sublime. Y por si fuera poco, todo esto puede compartirse con un amigo en línea o jugando desde casa en el mismo sillón.
-Presentación-
La cámara en top view quizás no sea de lo más cómodo para algunos jugadores y aunque el título nos deja controlar la vista a libertad, la base sigue siendo ésta y podría ser un dolor de cabeza especialmente en batallas de gran escala.
Los paisajes son muy diversos e iremos descubriendo varios de ellos al ir avanzando en el juego; playas, desiertos, bosques y ciudades inmensas en todas partes por nombrar algunos.
Lo más notable en la presentación es la personalización de nuestro personaje principal y verlo en acción en las batallas. Veremos destellos, explosiones, rayos congelantes e incendios que harán notar la progresión de nuestro protagonista (y su equipo) a través de su viaje.
Por último, cabe destacar las escenas importantes de la trama, las cuales vendrán acompañadas de cinemáticas estáticas pero con un toque ancestral que va muy bien con la atmósfera general del juego.
-Contenido-
No puedo comenzar a hablar de este apartado sin hacer énfasis en la creación de nuestro personaje. Serán varias horas las que pasarán quienes busquen a su protagonista perfecto, pues las variedades estéticas y de habilidades son muchísimas. Podremos crear un humano asesino que pueda transformar a sus enemigos en pollos, una elfa hechicera que haga caer rayos desde el cielo, o un duende guerrero con escudo y espada capaz de dafender a todo un ejército de soldados… por mencionar algunos ejemplos.
El manejo del inventarios será un martirio para los no experimentados con este sistema de juego y ni se diga de la compra/venta de artículos y el menú de crafting que tiene el juego. No digo esto en mal sentido, pues con su debida paciencia podremos hacernos maestros de todo esto y aprovechar la libertad que hay en ellos para hacer de nuestra experiencia algo verdaderamente personal como pocos juegos nos lo permiten.
-Veredicto-
No cabe duda de que estamos lidiando con un monstruo de juego. Un coloso que nos deja hacer lo que nos plazca en un mundo fantástico que nos hará repudiar la realidad una vez salgamos de ella.
Divitiny: Original Sin 2 Definitive Edition es el titán de los RPGs que harán de muchos revivir épocas maravillosas en juegos como Neverwinter Nights. Es un título tan completo que me cuesta demasiado darle algún punto negativo en lo que escasea… y eso viene de un fan ávido del género. Pero eso sí; no es para el jugador casual y mejor planea con anterioridad cuando vayas a comenzar tu aventura porque te quitará mucho, pero mucho tiempo.