La tercera entrega de esta gran franquicia de Bandai Namco por fin ha llegado. ¿Qué sucedió después del final del segundo juego? ¿Vale la pena su jugabilidad o su historia? ¡Para eso estamos!
Esta es nuestra reseña de God Eater 3:
Si las cosas no podían empeorar en el mundo de God Eater, un nuevo fenómeno conocido como Ashlands (tormentas que arrasan con todo) ha aniquilado a gran parte de la humanidad y los pocos sobrevivientes han sido forzados a escapar bajo tierra. Nuevos Aragamis nacidos a partir de este cambio climático también han salido de la nada y ni siquiera los God Eaters son capaces de detenerlos, por lo que surge el plan AGE (Adaptive God Eater), una nueva generación de estos combatientes que son más poderosos e inhumanos.
Tomarás el papel (como es ya costumbre) de uno de estos AGEs y notarás inmediatamente la repulsión que tienen los humanos con estos guerreros; viven en condiciones miserables dentro de celdas con el único objetivo de destruir Aragamis.
Aunque parece ser un borrón y cuenta nueva, es imprescindible conocer por lo menos las bases de este mundo.
Recomiendo pasar los juegos pasados o mínimo darte una leída de su historia en línea para sacarle el mayor provecho a la trama.
Los veteranos de la franquicia no tienen nada que temer; God Eater 3 sigue siendo lo que ha sido desde su concepción. Por otra parte, los novatos tardarán algunas horas en agarrarle la onda a los combates.
Estando dentro del genero hunting (Monster Hunter), God Eater 3 se enfoca en dos aspectos: pelear con monstruos y juntar materiales para mejorar nuestro armamento. La exploración sigue siendo mínima en comparación a estos dos puntos así que no esperes la gran cosa.
Los controles son básicamente los mismos que ha manejado la saga desde su primer título en PSP, lo cual puede ser bueno y malo al mismo tiempo. Afortunadamente existe una opción para cambiar los comandos con cierta libertad.
A diferencia de su contra parte de Capcom, God Eater siempre ha optado por peleas frenéticas prefiriendo la acción sobre la estrategia. Podrás elegir de entre una variedad de armas de combate cuerpo a cuerpo, a distancia y hasta escudos para personalizar un estilo de batalla a tu gusto.
Entre las nuevas mecánicas disponibles tenemos las Burst Arts y el sistema Engage. Las primeras se tratan de movimientos especiales cuando devoramos a un enemigo (no podíamos dejar atrás esta dinámica) que servirán bastante en combates complicados, mientras que lo segundo es una unión entre tú y un compañero que desbloqueará ciertos efectos especiales muy útiles tanto en la ofensiva como en la defensiva.
En general, el combate no se atrevió a cambiar demasiado su estilo clásico pero añadió un par de cosas menores para tener algo novedoso por descubrir.
Dado que la franquicia ha estado principalmente en las consolas portátiles de Sony, algo que muchos esperaban es que esta vez se pudiera notar un cambio drástico en el apartado gráfico, sin embargo esto no sucedió. Luce mejor que los anteriores pero no lo suficiente como para decir “wow, ahora sí se nota que lo hicieron para una plataforma casera”.
Las voces en japonés siguen siendo un factor que muchos agradecen pues sus contra partes en inglés le quitan mucha emoción a las escenas. Y hablando de la trama…
La historia se luce por presentar muchas escenas cinemáticas en momentos clave y ayudan bastante en darle personalidades a los nuevos protagonistas.
Los escenarios siguen siendo en su mayor parte pasillos largos y angostos que no lucen precisamente gloriosos, lo que hace que la poca exploración se sienta aburrida y tediosa.
Por último, la música sigue presentando ese estilo post-apocalíptico que ha manejado la saga y acompaña los momentos decisivos de la historia.
Como los veteranos ya conocerán, siempre que comenzamos un God Eater tendremos que crear a nuestro protagonista. Aunque no hay muchas opciones para personalizar y las pocas que hay no son muy extensas, cumplen con los requisitos clave y nos permiten hacer un personaje con el que estemos a gusto a través de las extensas horas de juego.
Ahora, lo que faltó en la creación de personaje no sobra en la preparación de las misiones. Elegiremos arma, cañón, escudo, compañeros y habilidades para cada uno. Los objetos como curas y remedios también serán vitales y nos permiten llevar varios de éstos.
Dentro de este menú de preparación es donde también podremos explorar el sistema de crafting. Consiguiendo materiales y blueprints podremos crear y mejorar objetos y equipo que serán vitales para las misiones más complicadas. Pasarás tiempo extra en este apartado.
En caso de que te estén abrumando con términos que no entiendas o el sistema de combate se te complique, un menú especial que guarda todos estos registros te será de gran ayuda. «Qué es un God Eater, cómo lidio contra cierto Aragami, quiénes son y de dónde vienen mis compañeros…» ¡incluso podremos desbloquear más adelante una galería que nos permitirá ver todas las escenas del juego!
Cumpliendo con lo esencial, God Eater 3 es bienvenido y una gran adición si eres fanático de este tipo de combates. Lamentablemente al no explorar nuevos horizontes y con un look que podría decepcionar a más de uno, se queda lejos de ser un título excelso y memorable.
No deja de ser una aventura emocionante con un montonal de horas de diversión, así que dale una oportunidad si tienes apetito de un JRPG con mucha acción.
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