Aún recuerdo la época de los 90’s cuando de pequeño apenas me iba adentrando a este maravilloso mundo de los videojuegos y donde los plataformeros ocupaban un lugar importante en la industria. Uno de ellos fue Banjo-Kazooie, juego lanzado en 1998, durante la época dorada de Rare, y que se colocó como uno de los mejores de su tiempo, y personalmente, uno de mis favoritos.
Es entonces ahora que llega – casi 20 años después – Yooka-Laylee, el sucesor espiritual de Banjo-Kazooie, buscando atacar la nostalgia por aquel juego y por el mismo género del platforming que poco a poco se ha ido relegando. Llegar a este momento fue mediante un proceso algo inusual, pues como Rare ahora le pertenece a Microsoft, gente del estudio de aquel entonces decidió formar su propio estudio bajo el nombre de Playtonic Games, y teniendo como primer proyecto Yooka-Laylee. Apoyados de una de las más exitosas campañas en Kickstarter, el juego se hizo realidad. ¿Es realmente lo que esperábamos? Por lo menos para mí, sí lo fue.
Hay que dejar algo en claro, desde su anuncio, Yooka-Laylee apostó por recrear Banjo-Kazooie en tiempos en el que los plataformeros ya no tienen la relevancia de antes (exceptuando algunos, como Mario). Y lo logra, se trata de esa misma experiencia trasladada a una consola de nueva generación, pero con el mismo estilo de juego y las mismas mecánicas de aquel título al que alude (y mismos errores).
En esta ocasión cambiamos a nuestros protagonistas – el Oso y el pájaro – por el camaleón color verde Yooka, y una muerciélaga nariz de payaso, Laylee. Este dúo tendrá que encontrar todas las místicas páginas doradas (Pagies)y evitar los planes del malvado Capital B. y su secuaz el Dr. Quack.
Las mecánicas de juego son tal cual las recordamos en Banjo-Kazooie. Tenemos un set de movimientos que podemos ir adquiriendo de nuestro proveedor – en este caso la serpiente en pantaloncillos Trowser – y los cuales nos ayudarán a recolectar todas las Pagies en los 5 mundos disponibles, algunos de ellos similares a los de este “antecesor”. Tal es el caso del “Talon Trot”, con el que corríamos sobre superficies empinadas, y el ahora con el “Roll” que hace que Yooka se haga bolita para cumplir el mismo objetivo. De igual forma, estas habilidades aluden a las características de estos animales en vida real, Yooka con el poder camuflarse y Laylee aprovechando sus alas y su sonar.
Otro detalle que reaparece es aquel de los 5 Jinjos esparcidos en cada mundo, sólo que ahora regresan como los “Ghost Writers” (Escritores fantasma) y con un pequeño cambio en su mecánica: no basta con encontrarlos, ahora deberás hacer algo más para “capturarlos”. Puede ser que tengas que evitar sus embestidas y luego golpearlos, o sacarlos de su invisibilidad con tu sonar.
Y ya que tocamos el tema de los mundos, tenemos 5 enormes locaciones a explorar, cada una diseñada con algún tema en específico y a los cuales accedes dentro de un hub, que en este caso es Hivory Towers, la base de operaciones del enemigo. Estos mundos son sumamente pintorescos y coloridos, llenos de diferentes desafíos, y los cuales puedes expandir utilizando más páginas doradas; no obstante, hubiera preferido otro par de niveles más que cerrarse a sólo cinco.
Tendrás que hacer su uso de tus habilidades con el control y tu razonamiento, pues a lo largo de los mundos te toparás con diversos desafíos y puzzles. Cada uno tendrá su grado de dificultad, pero he de recalcar que mientras más avances, más complicados serán. Incluso harás frente a algunos mini bosses, de los cuales uno de ellos en particular, fue un verdadero reto.
Y sí, el cuestionario de la perdición regresa aunque no para la parte final del juego, así que pongan atención a los detalles, por más irreverentes que sean…
Yooka-Laylee recaptura ese carisma tan especial impregnado en los escenarios y en los mismos personajes, y aunque a Yooka le falta una pequeña “chispa”, el resto de ellos emana ese carisma tan especial acompañado de voz llena de esos balbuceos inentendibles. Y por supuesto, todo tiene ojos, no importa que sea un objeto inanimado, sus miradas te dejan con una sonrisa.
También hubo un interesante cambio en la parte de habilidades que requería del uso de objetos, ya que a diferencia de Banjo-Kazooie, en esta iteración contamos con una barra de energía que sustituye el uso de dichos objetos, como era el caso de las plumas rojas para volar, o los huevos azules que disparabas.
Con muchos años habiendo pasado, el juego también hace algunas correcciones pertinentes, especialmente en la parte de nadar y mejorando los controles en este apartado. Sin embargo, errores anteriores también se hacen presentes y la cámara llega a ser una molestia en algunos puntos del juego.
Yooka-Laylee está lleno de horas de diversión y nostalgia. Nos lo vendieron como un sucesor espiritual y eso es lo que nos han entregado. Este juego no busca refrescar el platforming ni revolucionar el género, lo que trata de hacer es remontarnos a aquella grandiosa época de Rare y de uno de los juegos más divertidos que tuvo el Nintendo 64.
Yooka-Laylee revivió a Banjo-Kazooie con otro disfraz pero con el mismo amor. Ahora los dejo, que tengo que saciar mi sed por recolectar todos los objetos del juego.
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