Este indie fue uno al que no le quité la mirada desde su anuncio en PlayStation Experience. Muchas veces un título pequeño como este me logra llamar la atención más que los grandes, y decidí darle una oportunidad.
¡Exploremos el mundo de Rain World!
Rain World prácticamente no tiene historia salvo los primeros segundos al iniciar tu partida. Eres un “slugcat” (¿¿gatobabosa??) que se separa de su familia tras un accidente, y terminas en un mundo subterráneo donde hay peligros en cada esquina.
¿Tu objetivo? Sobrevivir.
Plataforma, exploración, acertijos, sobrevivencia. Con estas 4 palabras basta para generalizar en un %100 el gameplay de Rain World. Tendrás la libertad de explorar un mundo sorprendentemente grande mientras te enfrentas a diversas criaturas salvajes, resuelves uno que otro acertijo, y te mueves de un lado a otro con tu agilidad felina, la cual es tu mejor aliado en esta aventura.
Los controles son bastante sencillos, pero te tomará un poco de tiempo acostumbrarte a los movimientos de tu personaje. Esto no es algo malo, pues el manejo de todos los movimientos es muy fluído, pero al mismo tiempo es algo a lo que no estamos precisamente acostumbrados.
Tendremos que alimentarnos de animales pequeños y evitar a los grandes para sobrevivir. Disponemos de rocas y palos para defendernos, pero el combate es soso y no te recompensa en lo absoluto, por lo que te recomendaría evitarlo.
Ah, pero tu peor enemigo en el juego es la lluvia. En cuanto vaya a llover, el juego te lo advertirá, y tendrás poco tiempo para refugiarte. Sucede ocasionalmente, y es en estos momentos donde cometía los mil y un errores por la adrenalina e inevitablemente moría.
El juego no es piadoso y tendrás que estar muy atento, pues hasta el peligro más inofensivo podría terminar con tu vida.
El mejor apartado está en la atmósfera. ¿Recuerdan esa sensación de aislamiento en la saga de Metroid? Pues aquí está presente, y si le agregas el aspecto salvaje de este mundo, terminas con escenarios que te harán sentir tenso y solo.
La música del juego es bastante agradable y adecuada para la sensación que nos quieren entregar. A veces solamente escucharás agua corriendo por las tuberías o bestias luchando unas con otras a lo lejos, pero en otros momentos entrará la música de golpe, como si te estuviera advirtiendo de algún peligro acechándote.
Los enemigos son persistentes y pueden perseguirte durante mucho tiempo, dando así un aspecto más realista al lado salvaje del juego.
Y para terminar este punto, tenemos el apartado gráfico. ¿Ya vieron cómo luce el juego? Yo sé que esto es cuestión de gustos, pero no pueden negar el hecho de que Rain World cumplió con el look… digámosle depresivo que combina muy bien con los puntos anteriores.
Aquí es donde falla terriblemente el juego.
Primero, el tutorial. Sí, te explica las funciones básicas, pero falla en mencionar elementos importantes que uno debería de saber desde el mero comienzo.
“Seguro jamás jugaste los juegos de antaño donde no te llevaban de la mano, ¿verdad?»
Estoy de acuerdo en que un título debería dejar al jugador aprender sobre la marcha algunos elementos del gameplay, pero otra cosa muy distinta es abandonar por completo las mecánicas esenciales que nos permitirán avanzar y terminar el juego. Al hacer esto, el jugador termina por confundirse y perder el interés una vez que logre adivinar lo que tenía que hacer desde un principio, y en un juego en donde morirás tanto, se siente peor la patada.
Otro punto en el que falla terriblemente es en el clásico “un mundo enorme y nada qué hacer”. Aquí haré una pequeña comparación para ser más claro:
En un juego de Metroid debías explorar un mundo enorme, sí. Pero sobre la marcha encontrabas pasadizos secretos, algunos artefactos que te abrirían paso a lugares antes inaccesibles y el mundo te invitaba a moverte por cada rincón para revelar todos sus secretos. Rain World intenta esto, pero de una manera tan débil que jamás me atrapó y perdí el interés en poco tiempo.
No es que esté pidiendo contenido demás (después de todo, es un indie), sino más bien hablo de elementos que van de la mano con lo que el juego ya me está ofreciendo y, se trate de un indie o no, deberían de estar presentes.
En el mundo de Rain World hay muchos secretos, pero la verdad no da ganas de explorarlo. Se siente muy vacío y los retos que llegué a encontrar me dieron muy poca sensación de satisfacción al completarlos, y con esto ni dan ganas de seguir jugando.
Rain World me dejó una recepción positiva a pesar de sus fallas, pues se atrevió a darnos una experiencia bastante común, pero con diversos cambios para convertirla en algo más original.
Si lo que te gusta es explorar y perderte en un mundo solitario, entonces vale la pena probar Rain World. Pero estás advertido en que no sólo morirás incontables veces, sino también en que su falta de contenido podrá aburrirte en poco tiempo y quizás ni te den ganas de terminarlo.
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